miércoles, 25 de abril de 2012

El capitalismo en el que bancos y gobiernos velan por sus intereses, no el de los ciudadanos

Un artículo para el que quiera pensar Un artículo de J. Jacks para Cotizalia.com

Según la prensa y los ‘expertos’, “los mercados son los ahorros de las abuelas y mamás”, “los mercados no atacan sino que se defienden”, “los mercados solo colocan ahorros de los inversores” y como solo son unas abuelas “no pueden decidir lo que ocurre”.

Para los que se crean lo anterior, gracias por su tiempo, pero mejor no sigan leyendo. El artículo de hoy es para el resto, que le gusta pensar e intentar comprender las cosas.

Según un ‘experto’ de Banif, “si el Tesoro coloca su deuda a lo que está pagando en el secundario, chapeau”.

Que un Estado coloque su deuda al 5,8% es un éxito. Un Estado que si el BCE actuara como banco central normal y si la UME fuera una OCA, se financiaría al 0%. Que España tenga que pagar sin necesidad 28.000 millones de euros en intereses es un éxito.

El fondo del problema es que entidades y gobiernos son un solo ente con iguales metas.

Es el capitalismo en el que entidades y gobierno velan por sus intereses, no el de los ciudadanos. El capitalismo, según Blanchard, que “los ciudadanos deben recapitalizar a las entidades con sus impuestos”. En la Edad Media, el sheriff de Nottigham enviaba a los soldados para proceder al pillaje estatal. Blanchard hace ahora el trabajo.

Para que el circo de la mentira continúe, hace falta que el Banco de España (BdE) haga su trabajo. El BdE dice que los préstamos impagados son del 7,91% del total. Pues nada. A seguir igual.

Esto es otro insulto a la inteligencia. Ya solo me conformo con que no me insulten intelectualmente. Me roban, pero al menos, no me insulten. No me tomen por idiota.

Basta con elevar la cabeza para ver el compadreo político-financiero que usa el mercado como herramienta para conseguir estas metas comunes.

Por ejemplo. Dos noticias fundamentales para entender qué está pasando en las finanzas, que faltaría más, ni aparecen en nuestra prensa ni merecen el análisis de nuestros ‘expertos’.

Francia lleva una década sin un mercado de futuros de deuda soberana. Ahora, de repente, Eurex crea un nuevo futuro (Foat) sobre la deuda francesa que permitirá a los inversores invertir sobre la evolución de los OAT (Obligations Assimilables du Tresor).

¿Por qué tendría que importarles a ustedes lo que le pase a los bonos franceses?

Las CCP se tratarán en un artículo separado porque es importantísimo entender qué son y qué hacen para comprender el funcionamiento del mundo financiero global. Su control y su concentración en pocas manos es algo preocupante de lo que no se informa.

Los movimientos para controlar las CCP son claves para entender qué ocurre en las finanzas y la política entre los EEUU/Alemania por un lado, Reino Unido y Francia.

Resumidamente, Eurex es la Cámara de la Bolsa Alemana, una de las principales Cámaras CCP de derivados de Europa con sede en Frankfurt, a tiro de piedra del BCE.

Hace unas semanas, la unión entre Bolsa alemana y NYSE fue bloqueada por la Comisión Europea por intereses que ya se explicarán. Hace ocho semanas, el presidente de la AMF aprobó el fin de las ventas a corto. Presidente que es antiguo ministro de Sarkozy.

Ayer, el señor Sarkozy amenaza que si pierde las elecciones, el ‘mercado’ atacará a la deuda francesa. Ahora, días antes de las elecciones, Eurex, Bolsa alemana, gobierno alemán, empieza a comercializar futuros sobre deuda francesa.

La versión oficial es que el Foat dará liquidez y protección a los compradores de OAT, lo cual es cierto, pero también es cierto que abre una puerta muy interesante para comerciar con la deuda, que después de lo de Grecia, los CDS habían cortado parcialmente.

La otra versión es que supongamos que unas entidades americanas, MS o Goldman, están hasta arriba y más allá de exposición en entidades francesas, que a su vez tienen 227.000 millones de euros en nuestras entidades. Supongamos que uno de sus CEO viaja a París.

¿Resultado? Mercado de deuda soberana y MS es convertido en “creador de mercado” para gestionarlos. Según su jefe, “es una gran oportunidad para crear arbitraje”. Y tanto.

Según las encuestas, el señor Hollande puede ganar las elecciones. Propugna cosas tan increíbles como revisar el papel del BCE o el origen y creación del euro.

Si se producen los ataques/inversiones a la deuda francesa, ¿no verían los franceses al señor Hollande como una amenaza para sus intereses como dice el señor Sarkozy?

Si el señor Hollande cumple la mitad de la mitad de lo que promete (que en un político ya lo convertiría en un bicho raro) y hace con respecto a la UME lo que dice, España, en su desesperación y ruina, tendría un aliado.

Pero basta con que la deuda tenga problemas para que las palabras del señor Sarkozy hagan que los franceses cambien sus votos. ¿Permitirá el sistema, el gobierno EEUU, las entidades americanas, que un señor así gane? ¿Es el señor Hollande otro más del sistema?

La segunda noticia, que tampoco merece ninguna referencia ni en prensa ni en ‘expertos’ españoles, es la decisión de BlackRock de empezar un sistema de comercialización que permitirá a los inversores saltarse a los bancos de inversión.

¿Por qué tendría que importarles a ustedes lo que decida hacer BlackRock?

Porque BlackRock es ‘la’ Bolsa española. Es el mayor gestor de fondos del mundo, controla el mercado de ETF y tiene fuerte intereses en nuestra bolsa, entre otras, en Repsol. Controla a Barclays Global y con ello a los fondos ingleses que son los que mueven a nuestra Bolsa.

La decisión de BlackRock de crear esta plataforma supone que los bancos de inversión americanos pierdan su influencia política e ingresos. Adios al prop trading, adiós a los beneficios. El sistema de BlackRock permitiría que las órdenes de los clientes se realizaran directamente sin pasar y sin pagar las comisiones de los bancos de inversión.

BlackRock está pensando en usar esta plataforma para la deuda empresarial y, sobre todo, deuda soberana. Cualquier cosa, positiva o negativa, que le pase a BlackRock, le pasará en igual sentido a Repsol, le pasará a la Bolsa española, le pasará a sus ahorros.

Evidentemente, Wall Street no se va a quedar mirando lo que hace BlackRock. ¿Cómo puede defenderse? Pues atacando las inversiones de BlackRock.

Estos son dos ejemplos recientes que prueban que el mercado dista mucho de ser los “ahorros de las abuelas y mamás”.

Se me escapan los intereses de los ‘expertos’ que continúan diciendo estas majaderías, pero como siempre, que creer o no depende de ustedes.

Es su derecho pero también su obligación pensar por sí mismos e intentar comprender qué ocurre. Lo que está en juego es su bolsillo, su presente y el futuro de sus familias.

Vivimos tiempos difíciles pero interesantes. Todo se aclarará. Esperemos que para bien. 

domingo, 22 de abril de 2012

España y las autonomías. Un modelo obsoleto.

Aguirre y el fracaso autonómico (la referencia alemana)

Artículo de José Antonio Zarzalejos en elconfidencial.com.-  14/04/2012 

 Esta vez el portavoz del PP ha sido prudente y no ha calificado de “reflexión personal” la propuesta de reformar el Estado autonómico lanzada el pasado martes por Esperanza Aguirre. Si el lunes marró calificando de tal lo que era un aviso a navegantes del ministro de Economía sobre el recorte en Sanidad y Educación, se ha tentado la ropa a la hora de desautorizar a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Mariano Rajoy, sin embargo, no se tomó ni veinticuatro horas para afirmar que no se plantea revisar el modelo de Estado. Olvida el presidente del Gobierno que, como sentenció el estadounidense Ralph Waldo Emerson, “toda reforma fue en su tiempo una simple opinión particular”. Y se olvida también el jefe del Gobierno de que algo muy parecido a lo que planteó Esperanza Aguirre lo ejecutó Alemania en agosto de 2006.
Después de siete años de debate, las Cámaras germanas aprobaron la más profunda reforma de la Ley Fundamental de Bonn (1949) actualizando el régimen federal. Una incisiva y estudiada reforma federal que reformuló el reparto de competencias entre los länder y la federación y redujo de forma drástica la intervención del Consejo Federal en la aprobación de las leyes del Estado. La República Federal de Alemania alcanzaba de este modo un gran nivel de eficiencia y funcionalidad, así como de transparencia y buen orden en los mecanismos de gobernación en beneficio de sus ciudadanos y de sus finanzas. Por fortuna para Alemania, la reforma de su federalismo se produjo un año y medio antes de la Gran Recesión que asomó en 2007 y estalló en 2008.
Es verdad que, desde el punto de vista político, la propuesta de devolución de competencias de las comunidades autónomas al Estado –sanidad, justicia, educación— resulta inviable si no se abre un auténtico proceso constituyente que revise por entero el Titulo VIII de la Constitución. Es también cierto que no se dan las condiciones necesarias para el imprescindible consenso que conlleva un proceso de esas características en el que habría que determinar inexcusable y nominativamente las nacionalidades y las regiones. Si el PSOE se desmarcó el jueves de la ley de Estabilidad Presupuestaria, más lo haría de un acuerdo sobre el modelo de Estado. Pero que la propuesta de Aguirre sea aquí y ahora inviable no supone que resulte irrazonable, inoportuna o inconveniente, aunque resulte tristemente lógico –se juegan su condumio— que sus pares de otras comunidades no reconozcan la sensatez del planteamiento reformador que antes o después se impondrá.
Se ha ido haciendo evidente que el café para todos fue el resultado de una dinámica de emulación con las llamadas nacionalidades –Cataluña, País Vasco y Galicia, además del régimen foral de Navarra— impulsado por el socialismo –luego seguido por la derecha-- que se atrincheró en los primeros años ochenta en su feudo andaluz en el que sigue instalado más de tres décadas después. Los efectos indeseables de esta generalización autonómica –acentuados con la segunda tanda de Estatutos durante el Gobierno de Rodríguez Zapatero— han sido muchos. El más perjudicial (políticamente) de todo ellos fue la creación de lo que Artur Mas ha calificado de “comunidades artificiales” (y hay unas cuantas). El más perverso –financieramente-- la réplica, muy cara, de diecisiete sistemas políticos con pretensiones cuasi estatales que han generado una tan multitudinaria como parasitaria clase política instalada en un aparato burocrático que devora recursos financieros con carácter corriente e improductivo y que ha malbaratado el sistema financiero que aplicaban las Cajas de Ahorros. Por lo demás, y como Aguirre subrayó, la socialización de la autonomía como modelo de gestión no logró, sino todo lo contrario, la integración de los partidos nacionalistas.
Ignoro si la revisión del Estado autonómico ahorraría 48.000 millones de euros como aseguró la presidenta de la Comunidad de Madrid. Pero es seguro que la desactivación de los mecanismos de coordinación sectoriales, la compartimentación estanca en el ejercicio de competencias que exigen financiación intensiva, las duplicidades irreductibles, la germinación de entes burocráticos como nichos de colocaciones clientelares y el particularismo insolidario, son todas ellas prácticas de altísimo e innecesario coste. Y este es el quid de la cuestión. El Estado autonómico previsto en la Constitución de 1978 pretendía un doble objetivo: de un lado, ofrecer una solución a la tensión centrífuga de los nacionalismos vasco y catalán, y en menor medida, el gallego; y de otro, procurar una autonomía regional para hacer un Estado más eficiente según las tesis empíricas que aconsejan acercar las instancias resolutorias a los administrados. Más aún: el Estado autonómico era también una réplica al centralismo franquista y, por lo tanto, una manera de constitucionalizar España a la inversa del paradigma nacional de la dictadura.
Este último efecto se ha conseguido, pero no los dos anteriores. Y la crisis económica ha demostrado que la sostenibilidad del Estado en su actual modelo es precaria. Los mercados y la troika –FMI, UE y BCE— proyectan el foco sobre la turbiedad de las cuentas que la prensa anglosajona denomina “regionales” porque, en cambio, dispone de una clara radiografía de las que corresponden a la Administración General del Estado. Y es que en la distribución territorial del poder que propició una Constitución pensada para una transición a la democracia hay mucho de artificial, de excéntrico y, a veces, hasta de extravagante.
Si los alemanes han reformulado su federalismo varias veces desde 1949 y lo adecuaron decisivamente en 2006, no es ningún despropósito que aquí se plantee –recuerden: toda reforma fue en un tiempo una simple opinión particular—repensar nuestro modelo. En esta tesitura se encuentran, y de ello no debe olvidarse el presidente del Gobierno, la mayoría del electorado del Partido Popular. Por otra parte el Gobierno no debería hacerse trampas en el solitario: de hecho, con la Ley de Estabilidad Presupuestaria y los recortes en sanidad y educación ya está tocando el modelo autonómico, precisamente para controlarlo y racionalizarlo, aunque aún de manera harto insuficiente.
En todo caso, algo es incuestionable: nuestra crisis no es sólo económico-financiera. Es también institucional y política. Y en el centro de ella –se lo plantee o no Mariano Rajoy—está el debate de beneficios y costes, políticos y económicos, del Estado autonómico. Antes o después, habrá que replanteárselo al modo sensato y racional con el que los alemanes han revisado su federalismo en la primera década de este siglo.

jueves, 19 de abril de 2012

Te dije que no quería mis pensiones invertidas en deuda española

Espero que dentro de unos años cuando lea este post de Marc Garrigasait se haya equivocado en sus augurios


Evolución de la “hucha de las pensiones” españolas hasta 2010, (fuente: Eleconomista.es).
La “hucha de las pensiones” en España, se empezó a dotar de dinero en el año 2000, y estaba siempre invertida en Deuda de estados europeos como Alemania, Francia o Holanda. En el periodo de 2006 a 2007, se publicó que el 45% del fondo total estaba en deuda publica europea de rating AAA y un 55% ya estaba invertida en Deuda del estado español.
En marzo de 2010 ya escribí en cotizalia un articulo con una petición pública, “Yo no quiero que mi pensión esté invertida en Deuda española”, pero como nadie me hizo caso, y los números están empeorando, quiero volver a denunciarlo.
Con los últimos datos de 2011, que se acaban de publicar, ya sabemos que el 89,7% del fondo de reserva está invertido en bonos españoles y el 10,3% restante en deuda francesa, alemana y holandesa. La cifra total de la hucha es de 66.814 millones de Euros, un 3,79% mas que en 2010 y alrededor del 6% del PIB nacional.
Según declaraciones del secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, “los gestores aspiran a que a medida que vaya venciendo la deuda extranjera seguir orientando las nuevas inversiones en la española, hasta que sea el 100%. La ley que regula esta hucha impide que la inversión en deuda extranjera supere el 55% del total.”
Impresionante, según el secretario de Estado de Seguridad Social, se “aspira a invertir el 100% en deuda española….”, como si fuese muy difícil comprar bonos del estado español, como si hubiese cola y fuese en un producto VIP. De hecho, Fátima Yánez, la ministra de Trabajo designó como secretario general de la Seguridad Social a Tomás Burgos quién declaró tras ser nombrado en diciembre que aspiraba a conseguir “un sistema de pensiones sostenible, solvente y sólido“. Y esta estrategia relatada hace unos meses se concretó hace apenas unos días explicando que invertirían un 100% del dinero de la “hucha de las pensiones” en una deuda pública con un riesgo de impago parcial creciente. A eso se le llama ser consecuente. Recuerdo unas palabras de la ministra Salgado o de alguien de su equipo afirmando sin tapujos que “los españoles no entenderían que se invirtiese el dinero de las pensiones en activos extranjeros….”, y se quedo tan tranquila.
Hubo un debate público en 2007, sobre la conveniencia de invertir una parte del Fondo de pensiones español en bolsa. Por suerte no se hizo entonces, aunque yo creo que debería volverse a abrirse el debate. Es el mejor momento para hacerlo con la bolsa española en mínimos de 10 años y el Eurostoxx 50 en niveles muy bajos. Obviamente habría que invertir en acciones internacionales pero una parte, pongamos un 20% de máximo en acciones de primera línea españoles, no sería una mala opción.
Cartera de inversiones del Fondo de reserva de la Seguridad Social (oct-10, fuente: cibernoticias).
Uno de los muchos problemas de Grecia, quizás de los mas graves, es que todas las pensiones de los griegos estaban invertidos en deuda griega que ha perdido alrededor del 70% tras el último pacto con los acreedores. Me sorprende que se haya hablado tan poco ya que tengo la impresión que se ha escondido aunque seguro que se ha perdido mas de la mitad del patrimonio acumulado de las pensiones.
En la quiebra fraudulenta de Enron, todos sus empleados perdieron sus pensiones al estar invertidas en un 100% en acciones de la propia compañía para intentar mantener alta la cotización en bolsa. Al hundirse la empresa y desplomarse sus acciones hasta 0, todos sus trabajadores perdieron su trabajo, no se si cobraron alguna indemnización y se quedaron sin sus pensiones. Está claro que España no es Enron, pero jugarse todo a una carta no es una estrategia demasiado prudente. Nos jugamos demasiado.

miércoles, 18 de abril de 2012

Accidentes en la Casa Real

09 Abril 2012Hace 13 años nacía Froilán de Todos los Santos. Hijo de la infanta Elena, se convertía en el primer nieto de los Reyes.  El lunes 9 de Abril una bala  hirió accidentalmente a  Felipe Juan Froilán, no sólo atravesó el pie del hijo dela Infanta Elena y de Jaime de Marichalar, sino que ha disparado toda clase de reacciones respecto a la edad del adolescente para practicar con un arma de fuego –concretamente una escopeta del calibre 36–, y la responsabilidad de su padre al permitirlo.
14 Abril 2012.  El Rey Don Juan Carlos ha sido operado esta madrugada en el hospital San José de Madrid tras fracturarse de tres segmentos de la cadera por una caída accidental mientras se encontraba en una cacería privada en Botsuana. La intervención ha corrido a cargo del doctor Ángel Villamor, que el año pasado le operó de la rodilla derecha y también del talón del pie izquierdo.

martes, 17 de abril de 2012

Se pasan la vida austandonos con todo (Jesús Quintero)

Se pasan la vida asustándonos con todo. Con las armas de destrucción masiva, con la capa de ozono, con el cambio climático, con la sequía, con las inundaciones, con los peligros de la droga, con los riesgos del tabaco, con la exposición al sol, con el exceso de peso, con las vacas locas, con la gripe aviar.
Se pasan la vida metiéndonos el miedo en el cuerpo, asustándonos con cosas que al final no existen o si existen apenas matan, porque; ¿cuantos han muerto por las vacas locas? ¿Cuántos por la gripe aviar?
Lo que de verdad mata, es el hambre del tercer mundo, la pobreza, la enfermedad, la guerra, el terrorismo,  la cruzada contra el terrorismo, la desigualdad, y la injusticia social.
Pero ellos se pasan la vida asustándonos con el Coco, como si fuésemos niños, con todos los Cocos, porque saben que es más fácil gobernar una sociedad asustada, que pide policías y ejércitos, para que nos defiendan de todos los enemigos que ellos fabrican o se inventan.
Ellos saben que el miedo justifica y bendice la mano dura.

martes, 10 de abril de 2012

España en un callejón sin salida



 Al comenzar el año 2010 el interés que tenía que pagar el tesoro público español para colocar sus bonos a 10 años en el mercado era inferior al 4%, apenas un 0.5% (50 puntos básicos) más que lo que tenía que pagar el tesoro alemán. Desde entonces la evolución de ambos bonos ha sido opuesta. El bono alemán ahora se coloca a poco más del 1,70% mientras que el bono español se coloca al 5,80%. Esta situación supone un enorme sobreprecio (prima de riesgo) de más del 4%  (400 puntos básicos), que amenazan con desestabilizar las finanzas públicas por el aumento de los pagos de intereses. Sin embargo, hay que aclarar que la mayor parte de la deuda existente hoy día se emitió a tipos mucho más bajos, por lo que el interés medio pagado por la deuda sólo ha subido un 0,51% respecto a los mínimos de 2009. Esto sólo supone un sobrecoste de poco más de 3.000 millones, por lo que la gran mayoría de los incrementos en los pagos de intereses hay que achacarlos al brusco aumento de la deuda total en circulación, que ha pasado de 307.000 millones en 2007 a más del doble actualmente (615.000 millones). Además, de toda esta deuda sólo poco más del 40% está en manos de extranjeros, por lo que sólo la parte proporcional de los intereses acaba en el exterior, terminando el resto en los inversores españoles, que son fundamentalmente bancos, seguros y fondos de pensiones.
La situación, como puede verse, no parece aún desesperada, pero sin embargo vemos que multitud de analistas nacionales e internacionales hablan del “problema español” y que las presiones internacionales para que se estabilice la deuda pública son enormes. Es más, a partir del otoño pasado los inversores extranjeros han comenzado a huir precipitadamente de la deuda española, vendiendo más del 21% de la deuda que poseían, tendencia que ha ido acentuándose durante este año, como se puede ver en el gráfico.
Estas ventas han sido compensadas por las enormes compras de la banca española, que ha utilizado el dinero obtenido en el Banco Central Europeo para ello (lineas azul y amarilla). Es decir, que la deuda española ha quedado prácticamente fuera del mercado y ahora mismo dependemos casi exclusivamente del BCE. Ésta, y no otra, es la razón de que la prima de riesgo haya subido con tanta fuerza en los últimos días, pues la banca al parecer está agotando el dinero obtenido en el BCE y no es capaz de cubrir ya las nuevas emisiones y las ventas que los extranjeros están haciendo en el mercado secundario (donde se compra y se vende deuda ya en circulación).
Luego el problema real es que por alguna razón los inversores extranjeros han empezado a “vender España”, algo que parece estar ocurriendo también en la Bolsa española. ¿Y por qué está ocurriendo esto?
En teoría económica se han estudiado mucho las crisis de deuda pública y son bastante bien conocidas las circunstancias en las que los inversores comienzan a exigir cada vez más interés para comprar la deuda de un país. Esto ocurre fundamentalmente cuando aumenta el riesgo de quiebra (o impago de la deuda) percibido por estos inversores. Entre los inversores existen instrumentos de inversión que miden el riesgo de quiebra percibido por los mercados. Estos instrumentos se llaman CDS (Credit Default Swaps) y son básicamente seguros de riesgo de impago muy similares a los seguros domésticos que cualquier particular pueda tener contratados, con la particularidad de que se pueden vender y comprar. Los CDS nos están diciendo que la situación de España ha empeorado muy notablemente en los últimos meses, pasando del 20% de riesgo de quiebra en mayo del pasado año a casi el 34% actualmente. Es decir, estamos en la misma situación que estaba Portugal hace poco más de un año. Y recordemos que el bono portugués a 10 años se paga ahora mismo a más del 12%, lo que lógicamente es un nivel absolutamente insostenible para las finanzas de cualquier país con los niveles de deuda e inflación que tienen los países de la zona euro.
El problema de este aumento de la desconfianza viene básicamente porque los inversores piensan que los ingresos futuros del Estado no serán suficientes como para atender los pagos de la deuda. Esto ocurre por dos motivos. El primero es porque la deuda sigue aumentando con fuerza. El pasado año fueron concretamente 51.000 millones más. El segundo es que los ingresos del Estado no aumentan como sería necesario para garantizar el pago de esta deuda.  El pasado año los ingresos se redujeron en más de 4.000 millones hasta 377.000 millones cuando en 2007 fueron 433.000 millones. Recordemos que en este intervalo la deuda se ha duplicado.
Realmente estos dos problemas tienen el mismo origen, que es la falta de crecimiento económico. Esto es lo que hace que los ingresos fiscales no crezcan y que el mantenimiento de la estructura del Estado obligue a incurrir en elevados déficits públicos que aumentan la deuda.
Y aquí es realmente donde empiezan los problemas. El pensamiento dominante en la Troika dictamina que la situación viene dada porque España ha perdido competitividad porque los salarios han subido mucho respecto a Alemania, porque tiene un sector público exageradamente grande. Por lo tanto, en la mentalidad de la Troika, bajando salarios y desmantelando parte de la estructura del Estado todo volverá a su cauce correcto, la economía española crecerá y los mercados volverán a confiar en nosotros.
Pero es muy dudoso que este diagnóstico sea correcto. Aunque es cierto que los salarios españoles han crecido más rápido que en Alemania, los salarios sólo son una pequeña parte de los costes totales de producción de nuestras empresas exportadoras. Estos precios de producción realmente están en el mismo sitio en que se encontraban en 1999 respecto a Alemania. Es más, las exportaciones españolas han crecido tanto como las alemanas desde ese año, y mucho más que en Francia, Italia o Reino Unido.
Los costes salariales de las empresas industriales (nuestros principales exportadores) apenas suponen el 10% de los costes totales, por lo que una rebaja salarial del 10% apenas bajaría sus costes totales un 1%, algo que evidentemente poco puede impulsar nuestras exportaciones y  nuestra actividad económica.
El desmantelamiento de parte de la estructura del Estado es otra de las exigencias de Bruselas, pues creen que con esto se reducirá el déficit y los mercados recuperarán la confianza. Pero una vez más es muy dudoso que esto suceda. La deuda pública es el medio fundamental por el que ha estado entrando capital extranjero en España desde que estalló la crisis, por lo que una reducción del gasto público tendrá unos efectos contractivos muy importantes sobre la economía, dado que apenas liberará capital para su uso en el sector privado. Esto no sólo no aumentará la confianza sobre nosotros sino que la empeorará.
Nos encontramos, pues, en un callejón sin salida. Si obedecemos a la Troika estaremos abocados casi con seguridad a un rescate que nos llevará a una situación “a la griega”. Y si no lo hacemos en pocos meses estaremos en una situación de quiebra técnica, pues como hemos visto dependemos ya en exclusiva del del BCE y lógicamente éste ya no nos financiará si no cumplimos con sus exigencias.
¿Qué salida nos queda? No nos podemos engañar. Las locuras cometidas por el entramado partidos-banca-grandes empresas durante los últimos 15 años nos han colocado en una situación de insolvencia como país. No podemos pagar la enorme deuda exterior neta de 1 billón de euros adquirida durante estos años por los sucesivos gobiernos. Pero contamos con una ventaja, que es que nuestra enorme deuda hace que nuestra capacidad de negociación, paradójicamente, se vea reforzada. Es urgente negociar una quita de la deuda, que se debería aproximar al 50%, así como un fuerte plan de inversiones por parte de Europa para relanzar nuestra economía productiva. Si este acuerdo no fuera posible, debemos recordar que aun a día de hoy la mayor parte de nuestra deuda exterior es privada, por lo que si estos bancos que mantienen la deuda con el exterior no pueden responder de sus obligaciones debe dejarse que quiebren, con un plan paralelo para que una banca pública vaya retomando sus funciones.
Si Bruselas nos pusiera en una situación imposible debemos recordar que siempre nos queda la opción de abandonar el euro. Pasaríamos unos meses malos, es evidente, pero la experiencia de otros países nos demuestra que la memoria de los mercados es corta y que en poco tiempo volveríamos a una situación de normalidad.
Pero lo más importante de todo es entender que el gobierno español no está defendiendo los intereses de los ciudadanos, sino los de los partidos, bancos y grandes empresas. Éstos son opuestos a los de la población, e implican la transferencia de enormes cantidades de riqueza de los contribuyentes a la banca, el mantenimiento de los privilegios y de las redes clientelares y de corrupción de los partidos y el de los privilegios de las grandes empresas que se ven con las manos libres para extorsionar a los clientes gracias a las regulaciones hechas ex profeso para protegerlas. Este destino que nos tienen reservado también incluye la permanencia en el euro a costa de lo que sea, pues la banca y grandes empresas sufrirían enormes pérdidas en ese escenario.
Por ello, y si queremos evitar este saqueo que reducirá a la miseria a una gran parte de la población y rebajará enormemente el nivel de vida del resto, es imprescindible que los ciudadanos nos movilicemos con el fin de conseguir un cambio de régimen para que éste sea realmente democrático y con un gobierno que gobierne realmente en el interés de la mayoría. La situación anterior a la crisis nunca volverá, porque se basaba en una riqueza ficticia que se ha esfumado para siempre. Pero podemos exigir que el empobrecimiento, inevitable, se reparta de una forma equitativa. La mayor parte del daño que quieren infligirnos está por hacer. Aún estamos a tiempo de evitarlo